Día 6: 7:30 nuevo madrugón y preparación de la maleta. Sí, casi nos habíamos olvidado de que hoy no había "clase", pero eso no es nada. De hecho estamos pensando en tomarnos el día libre el lunes. Ja. Ja. Ja.
Yendo al grano, tras el desayuno nos dirigimos a las ruinas de Delfos y realizamos una visita exhaustiva de las mismas. La guía, nuevamente, nos informó de forma muy precisa (casi parecía que estaba en 1º de carrera...) y pudimos visitar todo lo visitable en Delfos menos el stadion, cerrado por desprendimientos. Por supuesto, consultamos al oráculo en el templo de Apolo para saber cómo iba a ser el examen de Lengua. La pitonisa dijo: «Si atraviesan el libro del conocimiento, conquistarán una gran nota». Ahí queda eso...
Después, tras un delicioso y refrescante frappé métrio, iniciamos la visita al museo arqueológico en el que pudimos ver la esfinge, los frontones del tesoro de Sifnos, los kouroi Cleobis y Bitón y, la pieza estrella: el auriga de Delfos.
Concluida la visita, almorzamos en el pueblo serrano de Aráhova, en las faldas del monte Parnaso, ya en la región de Beocia (Viotía). Pudimos degustar un plato de metzedes consistente en hojaldre de queso (tyrópita), dolmádes (hoja de parra rellena de carne y arroz) y otros. Además, la mayoría optamos por comer biftékia rellenos de queso y, como colofón, pasteles (glykó) griegos y un ellinikó (café al estilo griego).
Desde allí nos dirigimos a Atenas, adonde llegamos hacia las 17:30 horas, con lo que tuvimos tiempo más que suficiente como para callejear por el barrio de Pláka y el Kendrikí Agorá (Mercado Central) antes de la cena en una taberna típica de tapas en la que pudimos convivir con algunos de los participantes en el circuito con los que había cierta camaradería.
Y eso es todo por hoy, amigos. Mañana pasaremos la mañana de compras o descansando antes de ir al aeropuerto que nos trasladará de nuevo a Madrid. Por ello, la crónica de mañana será escrita ya en domingo desde casa. Deberéis esperar ansiosamente por el fin de esta entrega que no por ser la última será menos interesante.
Yendo al grano, tras el desayuno nos dirigimos a las ruinas de Delfos y realizamos una visita exhaustiva de las mismas. La guía, nuevamente, nos informó de forma muy precisa (casi parecía que estaba en 1º de carrera...) y pudimos visitar todo lo visitable en Delfos menos el stadion, cerrado por desprendimientos. Por supuesto, consultamos al oráculo en el templo de Apolo para saber cómo iba a ser el examen de Lengua. La pitonisa dijo: «Si atraviesan el libro del conocimiento, conquistarán una gran nota». Ahí queda eso...
Después, tras un delicioso y refrescante frappé métrio, iniciamos la visita al museo arqueológico en el que pudimos ver la esfinge, los frontones del tesoro de Sifnos, los kouroi Cleobis y Bitón y, la pieza estrella: el auriga de Delfos.
Concluida la visita, almorzamos en el pueblo serrano de Aráhova, en las faldas del monte Parnaso, ya en la región de Beocia (Viotía). Pudimos degustar un plato de metzedes consistente en hojaldre de queso (tyrópita), dolmádes (hoja de parra rellena de carne y arroz) y otros. Además, la mayoría optamos por comer biftékia rellenos de queso y, como colofón, pasteles (glykó) griegos y un ellinikó (café al estilo griego).
Desde allí nos dirigimos a Atenas, adonde llegamos hacia las 17:30 horas, con lo que tuvimos tiempo más que suficiente como para callejear por el barrio de Pláka y el Kendrikí Agorá (Mercado Central) antes de la cena en una taberna típica de tapas en la que pudimos convivir con algunos de los participantes en el circuito con los que había cierta camaradería.
Y eso es todo por hoy, amigos. Mañana pasaremos la mañana de compras o descansando antes de ir al aeropuerto que nos trasladará de nuevo a Madrid. Por ello, la crónica de mañana será escrita ya en domingo desde casa. Deberéis esperar ansiosamente por el fin de esta entrega que no por ser la última será menos interesante.
Foto 1. Gato callejero en Delfos. ¿Qué sería de un viaje a Grecia sin ellos?
Foto 2. Falda del monte Parnaso en Delfos.
Foto 3. Zona montañosa de Delfos.
Foto 4. Tesoro de los atenienses.
Foto 5. Templo de Apolo, hexástilo, períptero y anfipróstilo.
Foto 6. Auriga de Delfos.
Foto 7. Tholos de Marmariá.
6 comentarios:
Por fin habéis estado en el ombligo del mundo. Delfos tiene algo especial; para mí es el lugar más mágico de Grecia aún hoy en día. El oráculo ha contestado sabiamente y yo no soy nadie para enmendar al centro de adivinación más famoso del mundo antiguo. Quien quiera aprobar Lengua, ya sabe...
Por cierto, Natán, has hecho muestra de tu proverbial homofobia (jijiji)al no poner ninguna foto de la estatua de Antinoo del museo de Delfos. El Auriga esta bien, pero la otra tiene más historia detrás.
Por último, descansad ahora, descansad; el lunes a primera hora estaré pasando lista y poniendo faltas a mansalva. :P
Espero que tengáis un feliz viaje de vuelta. Y que aprovechéis el domingo para descansar.
Nos vemos el domingo en Montijo, nosotros subiendo al autobús y vosotros bajando, jejeje.
(Javier:) Buen viaje de vuelta tengáis... Natán, magníficos reportajes, magníficas fotos. Es como si nosotros hubiéramos viajado también un poco... Chicos/as, muchas gracias por llevaros a Natán unos días... Bueno, no, es broma: en realidad os echamos de menos por aquí a todos (en el mejor Nocturno del mundo mundial). Hasta pronto. Ah, una semanita de clases y vacaciones... que no todo va a ser "estudiar", como dice la canción de Krahe.
Tempus fugit irreparabile. Echaremos en falta ya las fotos campestres entre ruinas -por cierto muy buenas. Parecen diapositivas académicas- y las crónicas amenas de Natán. No os cortéis y si está cerca algún banco tendeos mansamente. Si hace falta, echáis diplomáticamente a los que están allí ocupando vuestros lares. Tampoco estarán tan cansados.
Cuidao con los oráculos de la Pitia. No son de fiar. Humos sulfurosos la hacen divagar.
Buen viaje de retorno. Un abrazo, Ángel.
Algunos sois malos de verdad. Je. Je. Je.
Bueno, ya contaré más anécdotas el lunes. Eso si aparezco. Ja. Ja. Ja.
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