jueves, 14 de mayo de 2009

El habla en Extremadura

¿Cómo se habla en Extremadura? ¿Hablamos bien o hablamos mal? Esta es una cuestión que, sin duda, suscita mucha polémica, sobre todo cuando alguien pretende ridiculizarnos por la manera en que hablamos. Sin embargo, hay que distinguir siempre entre el habla oral y el registro escrito. Cuando yo, por ejemplo, utilizo para escribir esta entrada el castellano normativo de la Real Academia de la Lengua Española, estoy utilizando un código que, usando un símil científico, está preparado y cocinado en los laboratorios de la Academia. Alguien podría pensar que aceptar esto significa aceptar la existencia de una lengua artificial y que "no habla nadie". Sin embargo, eso no es así. Es algo rotundamente falso. Simplemente se trata de dotar a todos los hablantes de una lengua, en este caso el castellano o español, de un código escrito que sea válido para cualquier hablante, independientemente de la variedad dialectal que hable el mismo. A nadie se le escapa el hecho de que la lengua que se habla en Valladolid no es la misma que se habla en Badajoz o en Sevilla, sin tener que irnos a ciudades como Caracas, La Habana o Buenos Aires. Incluso entre distintos niveles sociales hay diferencias, aunque residan en la misma localidad.

Por tanto, la necesidad de un código escrito uniforme para todos no significa la artificialidad de una lengua, por muchas variantes dialectales que ésta tenga. Por tanto, este argumento no resulta válido para quienes niegan la normativización y la normalización de otras lenguas que, por haberse convertido en minoritarias y minorizadas, no han tenido la proyección de la lengua castellana. Porque por esa regla de tres, el castellano no podría uniformizarse desde el punto de vista escrito, por presentar una riquísima variedad dialectal.

Extremadura no es ajena a este fenómeno y presenta un conjunto de hablas y variedades dialectales que la singularizan, de acuerdo con el mapa que aparece a continuación.
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De los grandes cuatro grupos de hablas que existen en Extremadura, los más extensos y de mayor porcentaje de habitantes son los que corresponden a los números 2 y 3.

-El número 2 se corresponde con el denominado dialecto altoextremeño, que se habla en la mayor parte de la provincia de Cáceres.

-El número 3, en cambio, se corresponde con el denominado dialecto bajoextremeño, hablado en la provincia de Badajoz y en algunas localidades del sur de la provincia de Cáceres.

La diferencia entre ambos dialectos estriba, aunque parezca de Perogrullo, en la forma de hablar. El habla de Cáceres ha sido definida como un habla más conservadora, en la que perviven rasgos definitorios solo explicables por la historia de nuestra comunidad.

Hay que recordar que Extremadura fue el resultado de la Reconquista llevada a cabo por leoneses y castellanos, de forma que la parte occidental y central de la comunidad fue reconquistada por el reino de León y poblada en su mayor parte por habitantes del mismo, mientras que la parte oriental fue reconquistada y repoblada mayoritariamente por castellanos. Por tanto, Extremadura ha sido un verdadero crisol de influencias externas que han confluido en lo que es la Extremadura actual. Al norte, el País Leonés; al este, Castilla; al sur, Andalucía; y al oeste, Portugal.

En ese sentido, las hablas cacereñas han mantenido muy vivo e intacto el influjo astur-leonés e incluso existen localidades que han sido estudiadas por la singularidad de su habla como Serradilla o Malpartida de Plasencia. En cambio, las hablas de la provincia de Badajoz han evolucionado por otras sendas, destacándose la influencia castellana en localidades como Campanario o la andaluza en localidades como Fuente del Maestre.

Dentro de las hablas cacereñas se encuentra la zona noroccidental de la provincia, que aparece en el mapa con el número 1. Se trataría de la zona más conservadora y la que más huella astur-leonesa presenta. Aunque algunos lingüistas lo definen como una forma dialectal de esta lengua, el astur-leonés o leonés a secas, la mayoría considera que no existe entidad suficiente como para considerarlo así y por ello incluyen la región en el ámbito lingüístico castellano, eso sí, con ese fuerte influjo astur-leonés. Por tanto, lo que en tiempos fue el habla de un territorio en el que se hablaba una lengua distinta del castellano, por la imposición gradual del mismo, ha terminado siendo fagocitada por esta lengua conforme el prestigio de la misma aumentaba y se extendía su uso administrativo y oficial.

Por último, nos quedan las hablas definidas con el número 4. Se trata de un conjunto de hablas diferenciadas que tienen una cosa en común: no pertenecen al ámbito lingüístico del castellano, lo que no quiere decir que esta lengua no se hable allí, entanto que lengua oficial en España y Extremadura. Se trata de cuatro grupos distintos:

-El número 4a se refiere a las hablas del valle de Xálima, en el que se hablan tres dialectos característicos como son el valverdeiro (de Valverde del Fresno), lagarteiro (de Samartinu do Trebello) y mañego (de As Eillas). Aunque algunos lingüistas han calificado este conjunto de hablas como astur-leonesas, la inmensa mayoría las incluyen dentro del dominio lingüístico galaico-portugués. Yendo más allá, algunos las insertan dentro del denominado gallego meridional, aunque se trata de una posición, quizá, algo excesiva. Como rasgo definitorio podríamos señalar su evidente relación con el gallego y el portugués. Su origen se encuentra en pobladores gallegos que, en la época de la Reconquista, repoblaron la región en los siglos XII y XIII y que han conservado su forma de hablar hasta hoy. Por esa razón, la lengua hablada allí, aunque está muy próxima del portugués de la vecina Beira Baixa, no es una mera extensión de esta lengua. Por otra parte, se diferencia lo suficiente de los distintos dialectos del gallego hablados en Galicia y territorios adyacentes. Por esa razón se la tipifica como un habla galaico-portuguesa sin más, para evitar incorrecciones y polémicas estériles.

-El grupo 4b se corresponde con el habla de Herrera (Ferreira) de Alcántara. Se trata de un habla netamente portuguesa y tiene su origen en la repoblación portuguesa del siglo XIII de la localidad. No hay que olvidar que la localidad fue portuguesa en algunos momentos de su historia y que, aunque fue siempre reclamada por Portugal, pasó definitivamente a formar parte de Extremadura tras el Tratado de Alcañices de 1297. Por esa razón, el portugués hablado allí no tiene ninguna relación con el portugués de regiones vecinas, ya que se trata de un portugués un tanto arcaico con peculiaridades propias.

-También es plenamente portuguesa la zona incluida en el grupo 4c. Se trata de una franja rayana que habla portugués por motivos históricos. La zona de Cedillo y las aldeas situadas al oeste de Valencia de Alcántara (La Fontañera, Las Casiñas, El Pino) fueron colonizadas por portugueses a partir del siglo XVIII y parte del XIX. Esto se debió a que, al contrario de Extremadura, que con la crisis del siglo XVII se quedó despoblada, en Portugal, una vez recuperada la independencia de la Monarquia Hispánica en 1640 y el descubrimiento del oro de Brasil, experimentó un gran crecimiento demográfico, de forma que la región del norte alentejano se encontraba relativamente superpoblada, lo que motivó esta emigración a zonas fronterizas vecinas. Por esta razón el portugués hablado en esta región presenta total continuidad con el portugués hablado en localidades como Marvão o Castelo de Vide, con influencias nortealentejanas y de la Beira Baixa.

Algo diferente es el caso de las aldeas que circundan La Codosera, ya en la provincia de Badajoz, como La Rabaza (Rabaça) , Bacoco, La Tojera (Tojeira) o El Marco. Algunas aldeas son simplemente gemelas de su correspondiente portuguesa como La Rabaza/Rabaça o Marco/El Marco. Se trata de pueblos colonizados por portugueses después del Tratado de Límites de Lisboa de 1864, que fijó definitivamente la frontera y eliminó las denominadas "contiendas", territorios comunales de los municipios, muchas veces compartidos, y que daban lugar a disputas continuas por el usufructo de los mismos. De ahí el nombre de "contiendas" o contendas, entre ellas la de Arronches (por la localidad portuguesa del mismo nombre). Por tanto, estas localidades surgirán a partir del último cuarto del siglo XIX y mantendrán una fuerte vinculación con Portugal hasta el día de hoy, teniendo muchos de sus habitantes doble nacionalidad. Tanto en el primer caso como en el segundo, la huella del Alentejo es bien patente en las formas que adoptan las casas tradicionales.

-El grupo 4d se corresponde con el portugués oliventino, hablado en este municipio y en el vecino de Táliga, que pertenecieron a Portugal hasta 1801. La particular situación de este territorio ha hecho que la "españolización" del mismo haya sido más intensa, obligándose a sus habitantes a castellanizar sus apellidos y prohibiéndose el uso del portugués en todas las instancias de la vida pública. De ahí que hablar portugués fuese un signo de atraso y una lengua con falta de prestigio por la imposición de un sentimiento nacional mal enfocado en el que no cabían "disidencias". Obviamente se pensaba que hablar portugués podía ser un peligro para la unidad nacional, máxime cuando Portugal, en virtud de cuestiones históricas en las que no vamos a entrar, no reconoce la soberanía española del territorio. Es por ello que el portugués oliventino es hablado fundamentalmente por personas mayores y en ámbitos restringidos, nunca con extraños. Por ello, su situación está seriamente amenazada, al haberse roto la transmisión generacional ya que la represión había sido especialmente dura en la época franquista. Afortunadamente, existen asociaciones culturales hoy día como Além Guadiana que entienden que nada tiene que ver la lengua con la política (aunque a veces se haga una política torticera con la misma) y que se trata de un bien cultural y una seña de identidad que hay que mimar y conservar.

Por tanto, para finalizar, volvemos a la pregunta de antes: ¿Se habla bien en Extremadura o no? En nuestra comunidad tenemos una variedad dialectal riquísima que es desconocida por muchos extremeños. Por tanto, a la pregunta podemos contestar lo siguiente: hablará bien quien, sabiendo hacer un uso correcto del código escrito (esto es, la cocina de laboratorio de la RAE), usa y se siente orgulloso de emplear en su habla cotidiana la riqueza lingüística del territorio al que pertenece.

1 comentario:

Ismael Carmona García dijo...

No quisiera meterme en el tema de habla, dialecto o lengua y las demarcaciones que dais en ese mapa, pero lo cierto es que el estremeñu (que ese es su nombre) abarca una zona más amplia que la sombreada en marrón. Muchos son los que se guían por rasgos fonéticos como el cierre en -u i en -i para trazar esos mapas, ignorando hechos morfológicos, sintácticos y léxicos que son comunes a casi toda la mitad occidental de nuestra región y algunas zonas de la oriental (Valle del Jerte, Madroñera, zona de Miajadas). Es cierto que en el norte hablan más cerrados, pero también en nuestras Vegas Bajas se conoce y se habla el estremeñu. Aquí os quedo mi página sobre el habla de nuestra zona, para que le echéis un vistazo y veais la riqueza con la que contamos. http://lasvegasbajas.blogspot.com/
Un saludo.